

Escrito por: Luisa Rodriguez
Creadora de los programas “Paso a paso, día a día” de tu terapiasexual.com.
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Si hay una práctica sexual que provoca dudas y miedos esa es sin duda la penetración anal.
El sexo anal es percibido por algunos como algo oscuro, sucio y doloroso. Pero para otros es una práctica placentera y morbosa.
Si no lo has hecho nunca puede ser algo que intimida un poco, aunque no debería ser así si lo haces correctamente.
En este artículo te voy a dar unos truquillos para que estés bien preparadx si vas a practicar sexo anal por primera vez, o para mejorarlo si ya tienes práctica.
Si no tienes experiencia con el sexo anal, lo ideal es que empieces a practicarlo con alguien con quien te sientas cómodx. Si ya eres expertx puede que te atrevas a abrirte a experiencias con personas más desconocidas.
Pero sobre todo, lo más importante es que practiques el sexo anal si de verdad te apetece y estás preparadx. Nunca lo hagas sin ganas por agradar a otra persona o porque te insiste demasiado.
Sobre todo si no tienes experiencia lo mejor es no empezar directamente con la penetración anal. Será mucho más fácil si estás relajadx y excitadx. Durante los preliminares la persona se relaja, conecta con la pareja, se produce la lubricación y la excitación.
Si quieres conocer más sobre cómo hacer los preliminares te invito a que visites mi artículo: “Cómo calentar bien el motor. Los preliminares en el sexo”.
Hay personas que utilizan un enema antes de practicar sexo anal, no es necesario pero si quieres estar segurx de que no va a haber ningún accidente puedes ponértelo.
Mi consejo es que pruebes sin los enemas y si ves que en tu caso es imprescindible pues para la siguiente te lo pones. Debes hacerlo dos horas antes de practicar la penetración anal y no abusar de ellos puesto que puede ser perjudicial. “Si tienes cualquier duda o problema físico consulta con tu médico antes de usar el enema.”
En el caso de que haya algún accidente y te manches durante el acto sexual, no te preocupes, le puede pasar a cualquiera. Es algo que puede dar vergüenza, pero intenta que no te corte el rollo, límpiate y podéis seguir como si nada y tomarlo con humor.
La zona del ano no lubrica por sí misma como la vagina así que es muy conveniente el uso de un lubricante.
El sexo anal es una práctica sexual donde hay mucho riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea o el VIH, así como infecciones vaginales o de orina, clamidia, vaginosis bacteriana, etc.
Este riesgo se incrementa si cuentas con múltiples parejas sexuales.
Es común que se puedan producir pequeños desgarros o heriditas en el ano, por lo que se favorece la transmisión de virus y bacterias.
Una vez que estés tranquilx, excitadx y lubricadx será un buen momento para la penetración.
Puedes empezar abriendo un poco con los dedos suavemente o con algún juguete erótico o dilatador anal. ¡No olvides el lubricante!
El anilingus (contacto de los labios y lengua con el ano) os ayudará a prepararos y a tener sensaciones nuevas.
Cuando empieces con la penetración con el pene o con el vibrador, hazlo suavemente insertándolo poco a poco. Cuando notes que está dentro puedes empezar a moverte.
Si no tenéis mucha práctica es mejor que los movimientos sean lentos al principio. Si ves que te duele para, ponte más lubricante y vuelve a intentarlo con más suavidad. Si aún así no deja de dolerte es mejor parar e intentarlo en otro momento que consigas estar más relajadx.
Un consejo que os doy es que evitéis sacar el pene del ano e introducirlo en la vagina, a no ser que lo lavéis antes o cambiéis el preservativo. Si vais cambiando del ano a la vagina pueden introducirse bacterias del ano dentro de la vagina y provocar una infección.
Sí, se puede llegar al orgasmo con el sexo anal. Es muy placentero pues también aparecen sensaciones diferentes a cuando se hacen otras prácticas como el sexo oral o penetración vaginal.
En general el sexo anal se vive como algo “muy intenso” para la mayoría.
Hay personas que llegan al orgasmo sólo con la sensación de la penetración anal. Otras necesitan alguna estimulación extra para conseguirlo. Mientras, puedes acariciar el clítoris o introducir algún dedo o vibrador en la vagina, también puedes acariciar los testículos o el pene si estás penetrando a un hombre.
Incluye también caricias en los pezones o cualquier otra zona erógena del cuerpo para incrementar el placer.
Lo primero que debes saber, es que una vez que te retiran el pene o el vibrador del ano, puedes sentir quizá una sensación rara como si notaras muy abierto el orificio. Puede ser una sensación rara o un poco molesta, pero no te preocupes porque se suele pasar en unos minutos, sino también puedes lavarte con agua templada o fresca y te hará sentir mejor.
Otra cosa muy importante que debéis hacer es lavaros los dos y hacer pipí para evitar que queden bacterias dentro del canal de la orina.
Para muchas parejas es algo muy positivo salir de la monotonía y hacer cosas diferentes de vez en cuando. Ayuda a las parejas a divertirse y mejorar el estado de ánimo. Además tener experiencias sexuales novedosas puede ayudarte a conocer lo que te gusta y lo que le gusta a tu pareja.
Si has decidido practicar el sexo anal, concéntrate en disfrutar, concéntrate en el morbo de la experiencia y déjate llevar.
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