

Escrito por: Luisa Rodriguez
Creadora de los programas “Paso a paso, día a día” de tu terapiasexual.com.
Empezando desde 50.00€
Disponible hoy
La noche de Halloween es una ocasión perfecta para salir de la monotonía y la rutina.
Toda la estética que rodea a esa noche nos evoca picardía, brujería, lujuria, oscuridad, sensualidad.
Es una noche en la que podemos escondernos detrás de un disfraz y dejar salir nuestro “yo” más transgresor, más atrevido, más seductor.
Es el momento perfecto para sacar todas nuestras fantasías sexuales a florecer.
Este año te propongo organizar un Halloween especial con tu pareja, una noche divertida en la que salgáis de vuestra rutina sexual y seáis algo más atrevidos.
Puedes decorar tu casa con artículos de Halloween que puedes comprar en variedad de tiendas o hacerlos tú (en internet hay muchas ideas).
Si no tienes nada puedes poner muchas velas por la casa y alguna tela negra en la pared, o un pañuelo tapando alguna lamparita. Pon una luz tenue durante toda la velada.
Podéis elegir entre cenar en algún restaurante y luego trasladar la fiestecita a casa o preparar una cena especial en casa, algo rico que os guste a los dos.
Si tenéis niños estaría bien que pudieran quedarse con los abuelos o en casa de algún amiguito, pero si no se puede tratad de acostarlos lo antes posible para quedaros solos.
Esta es la parte que más me gusta de la fiesta de Halloween. Utilizad cualquier cosa, sería divertido que buscárais juntos entre los armarios y os probárais cosas, seguro que os da la risa viendo lo que se pone cada uno.
Cualquier cosa vale para crear un disfraz de fantasma, colegiala, profesora, enfermera sangrienta o bruja cachonda. Si te gusta maquillarte aprovecha para hacerte hoy un look más atrevido.
Y si eres chico, si no tienes ningún disfraz, una simple tela alrededor del cuerpo puede simular que eres un gladiador romano o un guerrero, que es algo muy erótico a la hora de crear fantasías.
Después de la cena, los disfraces y una copita de vino (para los que le guste) ya estaréis animados y con ganas de jugar.
Os propongo el juego de buscar el tesoro, podéis esconder notitas que llevan a otro sitio y esconder cosas (un vibrador, ropa interior, un antifaz, dulces, un pañuelo o lo que se os ocurra) y jugar a buscarlo. El que lo encuentre podrá pedir algo usando el objeto o algo que le apetece que le hagan, como sexo oral, un masaje, o que le tape los ojos con el pañuelo, deja volar tu imaginación…
Halloween es una noche para traspasar esos límites de la vergüenza que a veces tenemos y dejarnos llevar por la lujuria.
Es la noche perfecta para dejar salir nuestras fantasías sexuales preferidas.
Como siempre os digo, las fantasías pueden compartirse con la pareja o utilizarse sólo para pensar uno mismo y excitarse. Si os atrevéis a compartirla será muy divertido inventar entre los dos una fantasía y excitarse con ello.
Tenéis el disfraz para ayudaros, y sino imagina que eres una bruja que has hechizado al chico de tus sueños y vas a hacer de todo con él. O imagina que eres un fantasma que aparece en casa de alguien para tener sexo con la persona que vive en la casa.
O piensa que estás en una fiesta de disfraces y haces el amor con un desconocido.
Ya se ha calentado el ambiente. Podéis quitaros el disfraz de forma lenta y sensual, que uno se lo quite al otro, o prueba a quitártelo tú mismo/a mientras le miras de forma pícara o haciendo algún bailecito. Aunque lo que yo os sugiero es que os lo dejéis puesto durante el acto sexual o por lo menos alguna parte del disfraz.
Estaría bien empezar con caricias lentas y suaves por todo el cuerpo, con besos, miradas, tomaos vuestro tiempo para disfrutar de la otra persona, sin prisas.
Ahora es un buen momento para usar algún juquete sexual, haz que sea divertido.
Es una noche para dejarse llevar y ser atrevido, probad alguna postura sexual que os guste y no la hagáis tan a menudo, échale imaginación.
Ya que tenéis el disfraz o algo de ropa interior sexy podéis aprovechar y hacerlo de pie delante de un espejo mientras os miráis en él.
Y lo más importante de todo: ¡divertíos!
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