

Escrito por: Luisa Rodriguez
Creadora de los programas “Paso a paso, día a día” de tu terapiasexual.com.
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La disfunción eréctil (vulgarmente llamada “impotencia”), es un problema sexual que puede surgir a cualquier edad.
Mucha gente piensa que los problemas de erección empiezan cuando el hombre llega a una edad madura, pero la realidad es que hay muchos factores que pueden hacer que esta disfunción surja antes de lo que muchos piensan.
A los veintitantos los chicos se encuentran en plena euforia sexual, todo es una novedad y se vive la vida con intensidad. Es precisamente esa euforia la que puede jugar malas pasadas en muchas ocasiones.
Los chicos en esta edad se enfrentan a una relación sexual con incertidumbre y con algunos miedos como pueden ser:
Miedo a quedar mal y a qué puede contar la pareja sobre el desempeño sexual.
Miedo a lo desconocido, muchas veces se enfrentan a una pareja nueva por primera vez, además con esta edad la mayoría no tiene apenas experiencia sexual, lo que provoca que vayan más inseguros.
Miedo al gatillazo, es el mayor miedo que puede tener un chico a esta edad cuando se enfrenta a un encuentro sexual. La ansiedad previa al acto sexual puede provocar un bloqueo mental y que no se produzca la erección, o que se produzca erección pero que a lo largo del encuentro se pierda.
Otro factor a tener en cuenta es la visualización excesiva de material pornográfico. Para algunos chicos es casi la única educación sexual que han recibido por lo que se crean unas expectativas sexuales irreales que pueden provocar un desajuste entre lo que creen que es una relación sexual y lo que en realidad es.
En este rango de edad la mayoría de los problemas de erección se producen por la ansiedad previa al acto sexual y por el miedo al desempeño. Muchas veces es algo que se soluciona por sí sólo con el tiempo cuando el chico adquiere confianza en sí mismo y se va acostumbrando a tener relaciones sexuales.
Otras veces el problema se perpetúa en el tiempo y se necesitará terapia sexual para solucionarlo o podrá convertirse en crónico. Hay muchos hombres que conviven casi toda su vida con la disfunción eréctil sin ponerle remedio.
Con los 30 esa euforia juvenil ya se ha relajado un poco y los chicos no suelen llegar tan miedosos a los encuentros sexuales, aunque para algunos la falta de educación sexual o el seguir viendo mucha pornografía puede seguir generándoles expectativas irreales.
Cuando uno se acostumbra al porno, el nivel de estimulación es tan alto, que el cerebro se acostumbra a pedir más y a la hora de la verdad llega la desilusión. Además, el parámetro de tamaño y proezas que los actores porno establecen, dañan la autoestima de cualquiera.
En la treintena la mayoría ya tiene una amplia experiencia sexual, por lo que suelen sentirse más seguros de sí mismos que años atrás, pero sigue siendo una edad en la que la mala gestión del estrés o el no saber controlar la ansiedad previa al acto sexual puede provocar problemas de erección.
El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol o drogas también son factores de riesgo importantes para padecer problemas circulatorios, afectaciones a nivel cerebral y por consecuencia, disfunción eréctil.
Otro factor a tener en cuenta es que en esta etapa de la vida hay muchos cambios y muchas decisiones importantes que tomar. Es la fase en la que se suele desarrollar la carrera profesional de la mayoría de las personas, es también el momento en que muchos se casan y tienen bebés. Puede aparecer estrés o preocupaciones por el día a día de todos estos factores y si no se sabe gestionar este estrés de forma correcta será una posible causa para tener problemas de erección.
A los 40 se suele empezar una etapa en la que suele haber más serenidad, uno ya se conoce mejor a sí mismo que en los años juveniles, y también se siente más seguro y confiado en cuanto a la sexualidad.
En esta etapa muchas parejas han acumulado una serie de años juntos, lo que inevitablemente favorece la aparición de una rutina o monotonía sexual. Las parejas que llevan muchos años suelen empezar a sentir que la llama de la pasión no es la misma que en años atrás y que ya apetece menos hacer al amor.
Esta situación puede desembocar en muchos casos en problemas de falta de deseo sexual en la pareja o de disfunción eréctil, pues el aburrimiento sexual es uno de los principales enemigos de la erección.
Además en estos años aparece lo que se ha llamado “la crisis de los 40”. Aparecen una serie de cuestionamientos para hacer un recuento de lo que se ha conseguido o no en la vida: ¿Mi vida se parece a lo que soñé?, ¿podría haber conseguido tener más dinero? ¿Tengo el trabajo y la familia que realmente quiero?, ¿Sigo siendo atractivo?
Todo esto tiene mucho que ver con la presión social y las expectativas de los demás, eso que siempre nos han dicho siempre que debe lograr “un verdadero hombre” o de lo contrario, es un fracasado. Los roles de género que impone la sociedad son estrictos en este sentido con los hombres de 40 años. Toda esta presión a la que se ve sometido influye negativamente en el desempeño sexual. La presión es otro de los enemigos de las erecciones.
A todo esto hay que sumarle que es en estos años cuando se empiezan a ver los efectos del envejecimiento: las canas, se coge peso y se pierde pelo, arrugas y se pierde visión con lo que aparecen las gafas.
En muchos casos puede haber una disminución de la autoestima sexual, y cuando disminuye la autoestima sexual pueden aparecer problemas de erección.
Antes de llegar a los 50 empieza a producirse una descenso en la producción de testosterona, esta disminución provoca un descenso en la fertilidad, así como cambios en la salud y el aspecto físico. A esto se le llama Andropausia, y al igual que la menopausia es un proceso vital inevitable ligado al envejecimiento.
Los principales efectos de este cambio hormonal son: Pérdida de energía y fatiga, aumento de peso, baja líbido o falta de deseo sexual y falta de fuerza en la erección.
Muchos hombres notan que sus erecciones no son tan potentes como antes o no son tan duraderas. Esto puede debilitar la autoestima sexual entrando en un círculo vicioso de problemas de erección.
En este rango de edad los problemas de erección también pueden ser uno de los primeros síntomas de algún otro padecimiento como puede ser: diabetes, colesterol, afecciones cardíacas, problemas de tensión arterial.
Si además la persona lleva un estilo de vida sedentario, una mala alimentación, tiene sobrepeso o alguna adicción como el tabaquismo, los 50 son caldo de cultivo para las disfunciones sexuales masculinas, empezando por la disfunción eréctil.
“Cómo podéis ver la disfunción eréctil puede surgir a cualquier edad, pero la buena noticia es que también puede tratarse y solucionarse en cualquier momento y a cualquier edad con resultados sorprendentes.
Incluso cuando el problema se lleva padeciendo durante años, la terapia sexual es efectiva.”
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